viernes, junio 02, 2006

La Rabia

En este momento tengo mucha rabia, ganas de decir garabatos y pelotudeces, gritar los insultos más horribles, escribirlos también, comentar todo lo que se me viene a la cabeza y donde yo quiera... y odiar, odiar y odiar... pero, no lo haré, por que la gente no se merece mi rabia, tú no te mereces nada de mi parte.
Pero, me parece interesante la emoción desencadenada por un episodio específico, por lo tanto y frente a él, prefiero investigar y volcar mi energía en el estudio de la emoción. Gracias.

La rabia es la emoción más ‘caliente’ y pasional. La rabia puede ser activada de diversas maneras, pero su antecedente principal es el control, sea físico o psicológico. El control físico sería, por ejemplo, que alguien te retuviera en contra de tu voluntad tras unos barrotes. El control psicológico se manifiesta mediante las reglas, las normas o nuestras propias limitaciones. La rabia también la activa la frustración que produce la interrupción de la conducta dirigida hacia una meta (por ejemplo, el coche no arranca y tu meta es ir en coche del trabajo). Uno sólo tiene que pensar en la última vez que metió dinero en una máquina de refrescos sin que saliera nada para poder apreciar cómo la frustración puede activar la rabia. El ser herido, engañado o traicionado también puede activar la rabia.
A nivel neurológico, la rabia es una emoción de alta densidad que se caracteriza por una tasa persistentemente alta de descarga neuronal. La inhabilidad de resolver un problema difícil a pesar del esfuerzo cognitivo sostenido pronto altera a la persona y se torna en rabia. A veces a las personas ‘se les cruzan los cables’ y empiezan a comportarse de una manera violenta y descontrolada. A las personas se les suelen ‘cruzar los cables’ (gritar, lanzar maldiciones, tirar cosas contra la pared) cuando no encuentran una manera de reducir la tasa de descarga neuronal. La sensación de rabia continúa hasta que la persona logra encontrar una manera de reducir la alta densidad de su descarga neuronal (por ejemplo, Tomkins, 1963).
La rabia es también la emoción potencialmente más peligrosa ya que su propósito funcional es el de destruir las barreras en el ambiente (Plutchik, 1980). A veces la rabia provoca destrucción y daños innecesarios como cuando empujamos un niño, insultamos a un compañero de equipo o le damos patadas a una puerta cerrada. En otras ocasiones, sin embargo, se puede decir que la rabia resulta altamente productiva como cuando energiza los intentos de recuperar el control perdido sobre el ambiente, que al final se recupera. Asimismo, desde una perspectiva evolutiva, la rabia moviliza la energía hacia la auto-defensa, una defensa caracterizada por el vigor, la fuerza y la resistencia. Por esta razón, la rabia puede considerarse una navaja de doble filo.

* Más emociones?: http://www.inteligencia-emocional.org/articulos/emocionessentidosypensamientos.htm